¿Alguna vez te has sentido mucho mejor al hacer un entrenamiento después de un día lleno de estrés y carga de trabajo?
Llegas estresad@ cansad@, con mal humor o, por qué no, también triste o desanimad@; y después de una sesión de entrenamiento, como por arte de magia todo eso desaparece y te sientes mucho más relajad@ y con mejor autoestima y humor.
Pues esa sensación no es magia, sino uno de los efectos agudos del ejercicio físico.
Cuando realizamos ejercicio, nuestro cerebro da la orden de segregar una serie de hormonas, entre las que se encuentran las “hormonas de la felicidad” (dopamina, serotonina y endorfina, entre otras.).
El efecto que tienen éstas en nuestro organismo es el de bienestar y esa sensación de menos carga mental.
Este es uno de los efectos AGUDOS a nivel del cerebro que nos puede ofrecer la actividad física. Además, también se ha demostrado que al realizar una sesión de entrenamiento de una intensidad moderada – alta, puede verse mejorada nuestra capacidad de concentración y atención.
Esto nos podría ayudar cuando a continuación de ese ejercicio físico se va a realizar alguna tarea que requiera una alta atención o concentración.
Sin embargo, como bien se ha señalado, son efectos agudos, es decir, que sólo se dan una vez terminado el ejercicio, y esto ocurre al igual con el resto de beneficios que nos ofrece el ejercicio físico, ya sea a nivel físico como mental.
Si queremos lograr que estos beneficios se conviertan en crónicos, o que los podamos sentir de manera RECURRENTE, tenemos que hacer del ejercicio físico un hábito, es decir, tenemos que integrarlo en nuestra vida y realizarlo de manera regular.
¿Cuáles son los efectos a nivel mental que nos ofrece el ejercicio físico?
- Reducción del estrés y la ansiedad
- Mejora del sueño
- Aumento de la autoestima
- Estabilidad emocional
- Mayor resistencia al estrés
- Estimulación cognitiva
- Socialización
- Reducción del riesgo de trastornos mentales
- Mayor sensación de logro
El beneficio que ofrece la actividad física para nuestro organismo es muy positiva, pero hoy en día nos olvidamos de lo beneficioso que es también para la salud mental. Entonces, mantener unos hábitos de vida activos debería de ser casi obligatorio.
Además de ser beneficioso para toda la población, afecta muy positivamente a niños y adultos mayores:
- Niños: la evidencia actual ha demostrado que una buena condición física en la población más joven (mejor capacidad aeróbica, niveles de fuerza, etc.), tienen ciertas partes del cerebro más críticas (importantes) más desarrolladas que aquellos niños con peor condición física. Además, esas zonas están relacionadas con la función ejecutiva, es decir, aquella que participa en acciones como la lectura, la capacidad de concentración etc.
- Adultos mayores: en el caso de esta población, cobra aún más importancia estar saludable mentalmente por la presencia de las enfermedades neurodegenerativas que pueden aparecer, como el Alzheimer. El hecho de mantenerse activo en esa edad hace que en el cerebro se produzcan cambios estructurales positivos y se reproduzcan células cerebrales, sobre todo en la zona del hipocampo (una de las zonas más afectadas por el Alzheimer).
Esta mejora se ve beneficiada en la función ejecutiva, lo que hace que sean más eficaces y tengan mejor memoria a largo plazo. Además, el ejercicio físico actúa como protector de esa afectación en el cerebro, sobre todo de manera prematura (antes de que aparezca). En el caso de que ya haya aparecido, también actúa como ralentizador de su expansión.
En resumen, no sólo podemos obtener beneficios a nivel más físico, si no que mentalmente podemos obtenerlos también. ¡Muévete!