En la actualidad, la sociedad está muy marcada por las comparaciones entre unos y otros. Estas comparaciones son fruto de la presencia de las redes sociales y de su inagotable fuente de contenido donde se puede ver lo perfecta que es la vida del/ la “otro/a”, lo que se cuida y cuantas cosas tiene.
Todo centrado en la información SUPERFICIAL que nos ofrecen estas redes.
Y esto deriva a comparaciones a nivel físico sobre nuestros cuerpos, centrándonos de nuevo en el aspecto más superficial de nuestra salud y dejando de lado la visión integral.
¿Alguna vez has sentido que no estás a la altura porque no te ves como esas personas «super fit «que publican sus fotos todo el tiempo?
Es fácil pensar que alguien que parece, aparentemente fit, es súper saludable y que alguien que no, no lo es. Pero, ¡alto ahí! No es tan simple.
¿SOBREPESO Y FÍSICAMENTE ACTIVO O DELGADO Y SEDENTARIO?
Si no supiésemos el contexto de ninguna de estas dos jóvenes, diríamos, fijándonos sólo en el aspecto físico y por prejuicios sociales, que la chica de la derecha tiene hábitos más saludables que la chica de la izquierda.
Esto viene a que, en la sociedad, un cuerpo normativo es aquel que tiene una buena figura, atlética y tonificada, y lo que salga fuera de este canon ya no es saludable.
Ahora bien, si observamos esta segunda imagen, en la misma disposición que la primera, observamos que, en ambos cuerpos, la presencia de lo que conocemos como GRASA VISCERAL, es alta.
La grasa visceral es aquel tejido adiposo que se encuentra adherido a nuestros órganos y vísceras. Sin duda, es el tipo de grasa más peligrosa y perjudicial para la salud, y la que tenemos que evitar acumular.
Este último ejemplo nos sirve para darnos cuenta de que no sólo una imagen (información superficial) nos basta para decir si una persona es más saludable que otra.
Las Comparaciones del Físico que envenenan
Con la proliferación de las redes sociales en la última década, está al orden del día “subir una historia” o “postear” qué hago o qué estoy comiendo.
Pero lo que realmente hace mella en la gente y en su salud mental está en las comparaciones que se hace a nivel físico con los cuerpos que se observan a través de las redes sociales.
Cuerpos esculturales, cuidados y ejercitados, que no solo hacen que lleguemos a tener una visión propia pobre y distorsionada de nuestro cuerpo, sino que la mayoría pertenece a la burbuja de “influencers”, los cuales te llaman la atención porque hacen entrenamientos especiales, siguen la dieta milagro “X” que les ha hecho perder tantos kilos de grasa en muy poco tiempo y sin esfuerzo, o que están tomando un suplemento o sustitutivo de comida.
Todo esto llega a afectar negativamente a nuestra salud mental, ya que esas falsas creencias unidas a las comparaciones, pueden llegar a crear trastornos muy peligrosos para nuestra salud.
La autentica realidad sobre lo que ves en redes sociales
Esas imágenes que vemos por redes sociales, en el 99% de las ocasiones son FALSAS.
Se tratan de imágenes retocadas, las cuales hacen parecer que la persona luzca una mejor figura, o bien, que esa misma persona mantenga una determinada postura, ángulo de cámara e iluminación que hace verse diferente a como es en realidad.
Seguro que sientes que en las redes sociales todo el mundo parece vivir una vida perfecta, luciendo sus cuerpos de gym y sus comidas super saludables.
La realidad, es que la mayoría de las veces todo eso es puro show. Fotos con filtros, ángulos mágicos y luces que hacen maravillas. Es muy fácil caer y empezar a compararte, pero eso solo te hace sentir peor contigo mismo y hasta puede llevarte a obsesionarte con la idea de tener el «cuerpo perfecto».
La Verdadera Salud ¿Cuál es?
Si retrocedemos un poco y vemos la imagen del principio, pero con algo más de información:
Ahora, al tener esta información, a pesar del aspecto físico, podemos asegurar de que María es una persona mucho más saludable que Julia, ya que sus hábitos son más saludables, lo que le asegurará tener menos riesgo de padecer enfermedades cardíacas y diabetes. Todo porque es una persona más activa y que le da importancia a los hábitos y al movimiento que mantiene en su día a día.
Lo verdaderamente importante es cómo te sientes por dentro y lo activo que eres, no cómo te ves en una selfie.
¡Échale ganas a tu salud de verdad y no a la de Instagram!