Impacto del Ejercicio en la prevención y recuperación del Cáncer

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. Sin embargo, el estilo de vida, y en particular el ejercicio físico regular, juega un papel crucial en la prevención, tratamiento y recuperación de esta enfermedad. A continuación, exploraremos cómo la actividad física puede influir positivamente en cada una de estas etapas, basándonos en la evidencia científica disponible.

Ejercicio como Prevención del Cáncer

Numerosos estudios han demostrado que el ejercicio regular puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluidos el cáncer de colon, mama, endometrio y pulmón. La American Cancer Society y otros organismos de salud recomiendan al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana para adultos.

Mecanismos de Prevención:

  • Regulación Hormonal: El ejercicio ayuda a reducir los niveles de hormonas como el estrógeno y la insulina, que están implicadas en el desarrollo y progresión de ciertos tipos de cáncer. Estudios han mostrado que niveles elevados de estas hormonas pueden promover el crecimiento de células cancerosas, especialmente en cánceres sensibles a hormonas como el de mama y endometrio.
  • Reducción de la Inflamación y Mejora del Sistema Inmunológico: La actividad física regular disminuye la inflamación crónica, un factor de riesgo conocido para el desarrollo del cáncer. Además, mejora la función del sistema inmunológico, permitiendo al cuerpo detectar y eliminar más eficazmente las células dañadas o anormales que podrían convertirse en cancerosas.
  • Control del Peso Corporal: La obesidad es un factor de riesgo significativo para varios tipos de cáncer, incluyendo el de colon, mama (en mujeres postmenopáusicas), endometrio, riñón y esófago. El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable, lo que es crucial para reducir el riesgo de estos cánceres.
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Ejercicio Durante el Tratamiento del Cáncer

El ejercicio no solo es preventivo, sino que también ofrece beneficios sustanciales durante el tratamiento del cáncer. Diversos estudios han demostrado que los pacientes que se mantienen activos durante la quimioterapia o radioterapia experimentan una mejor calidad de vida y menos efectos secundarios.

Beneficios del Ejercicio Durante el Tratamiento:

  • Reducción de la Fatiga: La fatiga es uno de los efectos secundarios más comunes y debilitantes del tratamiento del cáncer. Investigaciones han demostrado que el ejercicio moderado puede reducir la sensación de fatiga y aumentar los niveles de energía en pacientes con cáncer.

  • Mejora del Estado de Ánimo: El ejercicio libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que pueden ayudar a combatir la depresión y la ansiedad. Estos trastornos son comunes en pacientes con cáncer debido al estrés físico y emocional del diagnóstico y el tratamiento.

  • Preservación de la Masa Muscular: Mantener la masa muscular es vital durante el tratamiento del cáncer para mejorar la recuperación y reducir el riesgo de caídas y fracturas. El ejercicio de resistencia puede ayudar a mantener la fuerza muscular y la función física general.

Ejercicio en la Recuperación y Supervivencia

Después del tratamiento, el ejercicio sigue siendo crucial para los supervivientes de cáncer. La actividad física regular puede ayudar a los pacientes a recuperarse más rápidamente y reducir el riesgo de recurrencia.

Beneficios del Ejercicio en la Recuperación

  • Mejora de la Función Física: El ejercicio ayuda a restaurar la movilidad, flexibilidad y fuerza, lo que facilita el regreso a las actividades diarias y laborales. Programas de rehabilitación física que incluyen ejercicio son recomendados para mejorar la calidad de vida post-tratamiento.

  • Reducción del Riesgo de Recurrencia: Estudios han sugerido que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de recurrencia de ciertos tipos de cáncer. Esto se debe a los efectos positivos del ejercicio en la regulación hormonal, el control del peso y la mejora del sistema inmunológico.

  • Mejora de la Calidad de Vida: En general, el ejercicio contribuye a una mejor calidad de vida, permitiendo a los supervivientes sentirse más en control de su salud y bienestar. El ejercicio también puede ayudar a reducir la fatiga persistente y otros efectos secundarios a largo plazo del tratamiento del cáncer.
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En resumen, el ejercicio físico es una herramienta vital en la lucha contra el cáncer en todas sus etapas: prevención, tratamiento y recuperación. La evidencia científica respalda fuertemente los beneficios del ejercicio regular, y es fundamental que los individuos incorporen la actividad física en su vida diaria. Para aquellos en tratamiento o recuperación, es importante consultar con su equipo médico para desarrollar un programa de ejercicio adecuado a sus necesidades específicas. El camino hacia una vida más saludable y resiliente está al alcance de todos, y el ejercicio es un componente clave de esta jornada.

En JW entendemos la importancia de realizar ejercicio físico durante cualquier etapa de la vida, pero aún más durante esta fase de tratamiento y prevención. Por ello te invitamos a que nos conozcas y pruebes una sesión gratis con nosotros.

¡Estamos aquí para ayudarte a superarlo todo!

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